SARA & JAIME
Viajar, sentir, vivir, emocionarse, compartir y sobre todo intercambio cultural.
El olor a comino, el sabor a miel y el “Adán” (la llamada a la oración), se mezclaba con la admiración y presencia extremeña en una tierra tan cerca y a la vez tan lejos. Y es ahí donde te das cuenta que el amor no entiende de culturas, parece un tópico, y lo es, pero cuando lo vives resulta realmente mágico.
Lo describiría como la boda del intercambio, donde los invitados se fusionaron para no ser dos grupos con culturas diferentes sino individuos similares unidos por el amor de Sara y Jaime que hicieron posible todo esto. Y para nosotr@s un regalo, como es la fotografía de bodas, un regalo, pues nos permite estar cerca, muy cerca de la pareja que se va a casar, tanto que podríamos fotografiar su aliento y gracias a esto aprendemos, y mucho.
Muchas gracias a Rosa Garrido que nos acompañó en esta gran aventura y muchas gracias también por ese recibimiento en Tánger que sin duda nos hizo sentir como en casa.